sábado, 18 de enero de 2014

Bizi zure ametsak

Buenos días.

Si, aquí estoy otra vez, y créeme, me gustaría contarte, si, a la cara, me gustaría decirte que te veía bien hermosa.
Déjame contarte que te vi, y eras como una pequeña bailarina, de los demás escondida, haciendo arabesques y fouettés, dando pequeños saltos entre figuras para poder saltar esos pequeños charcos de agua que te miraban con resignación y te invitaban a lo oscuro.
Déjame contarte que aunque yo estuviera escondida en una esquina mirándote, mientras tu buscabas a tu pareja de baile para hacer el paso final, sonreía al verte caer esas lagrimas de ilusión tornasoladas.
Déjame contarte que te veía espléndida, con la piel blanca como la nieve recién caída y el pelo recogido en un moño como una pequeña flor de jazmín.
Déjame contarte que parecías ligera y recogida, que cuando dabas esos pasos, tu espalda parecía una coma, esas que van solas en un texto pero que le dan sentido a todo, esas que parecen un tobogán por donde puedes deslizar todos tus miedos y penas y dejarlos marchar, esas.
Déjame contarte que cada vez que te alejabas buscando el calor y la luz que secarán esos charcos, solo aparecía niebla, y te veía asustarte y pararte. Pero también veía a ese hombre apuesto agarrarte de la mano y ayudarte a caminar entre la niebla, dejando entre las hondas propagadas por los giros, huecos por donde podían pasar 4 lúcidos rayos de sol, que reflejaban en tu pelo y hacía brillar.
Déjame contarte que de esos rayos blancos de tu pelo mezclados con la luz, podía ver cada recuerdo como si se tratara de una película en blanco y negro.
Déjame contarte que estoy susurrando palabras melosas que no llegan a ninguna parte, porque sé que donde quiera que estés, el viento te azotará en el rostro y te hará escribirme.
Déjame contarte que no hay nada mas bonito que pensarte sabiendo a quien pienso y enamorarme cada día mas de esa figura con el rostro impecable, ese rostro que aún sigue aquí, que todavía no se ha marchado y que doy por sellado que jamás va a hacerlo.
Y ya por último, déjame contarte que ya no tengo miedo a esas nieblas llamadas muerte porque lo único que quiero contarte de verdad, es que quiero estar contigo y no volver a perderte.


Faltan bota zaitut amuma.


"Que sepas que algún día volveremos a vernos, ya solo habrá alegría, ya no habrá sufrimiento"


1 comentario:

  1. Sorpresa... al principio, profunda emoción... luego y por tiempo.
    Gracias cariño, por ser parte de este TODO.

    Te quiero

    Balu

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